viernes, 15 de abril de 2011

Y solo decirte que te quiero... y adiós




Me hiciste tan feliz, tan feliz, 
que voy a estar eternamente agradecida.

Tan feliz, Nena Daconte


Ella no tenía ni un solo motivo para reprocharle nada. Había sido demasiado perfecto, y lo sabía, pero había sido demasiado tonta para darse cuenta. Había sido demasiado tonta para notar que realmente le quería. Había sido demasiado tonta ver la cara que se le quedaba siempre que le veía, y para notar las mariposas que sentía en el estómago cuando él estaba cerca.
Se había quedado esperando ese amor que no llegaba, y cuando se quiso dar cuenta, el amor que sí existía se había ido. Había huído de su rechazo, de su burla, de cada duda y de cada momento que desperdiciaba y echaba a perder sin ni siquiera poder percibirlo. Había huído, asustado del dolor que le provocaba cada día, cada hora, cada minuto.
Y no, una vez se fue, no hubo vuelta atrás.

Adiós, amor, recuerda que no te podré olvidar.

4 comentarios:

  1. Es triste, pero recordarás ese primer amor, por lo menos lo conociste, hay personas que esperan toda una vida, ese amor.
    Un beso grande!:)

    ResponderEliminar
  2. Buf, sin palabras. No sabes hasta qué punto me llegas, chica :)

    ResponderEliminar
  3. muy triste si... pero a la vez muy bien expresado.

    ResponderEliminar

Gracias por dejar una marca en mi vida ♥